El Código Civil reconoce que todos los animales son seres vivos con sensibilidad

"La Razón" 15/02/2017

El Pleno del Congreso de los Diputados ha acordado, por unanimidad, modificar el Código Civil para que los animales de compañía dejen de considerarse como bienes inmuebles, de manera que los propietarios se vean obligados a velar por el bienestar de sus mascotas

El amor que un perro siente por su dueño no se debe únicamente a las recompensas que reciben. Al igual que las madres segregan oxitocina cuando amamantan a sus bebés, o cuando uno se enamora, las mascotas segregan esta «hormona del amor» hacia sus dueños. En concreto, hasta casi cinco veces más que los gatos, según un estudio publicado tiempo atrás en «Science». Además, también nos entienden, algo que la mayoría de los dueños siempre ha pensado y el resto de la sociedad negaba hasta que recientemente un estudio publicado también en «Science» demostró que no sólo entienden el tono, sino también las palabras. No es la única investigación que denota que los animales comparten numerosas capacidades cognitivas con nosotros y de que sienten. Sin embargo, hasta ahora, en el Código Civil se les considera al mismo nivel que un frigorífico, un armario o un televisor. Léase, únicamente cosas, un bien patrimonial que como tal puede embargarse, recibir en una herencia o ser subastados para liquidar una comunidad de régimen gananciales, etcétera.

Si bien el Código Penal ya tipifica como delito el maltrato o el abandono de esos animales y los distingue de las cosas, el Código Civil sigue sin hacer esa distinción, de modo que desde el siglo XIX hasta la actualidad las mascotas han sido consideradas bienes «semovientes». Con el fin de adecuar esta normativa al siglo XXI, el Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley presentada por Ciudadanos el pasado octubre para llevar a cabo la modificación de su régimen jurídico en el Código Civil. Una solicitud a la que acompañó con más de 243.189 firmas presentadas la pasada semana que avalan su petición. 

El Congreso dio luz verde a la proposición no de ley de Ciudadanos, tras incluir ciertos matices, ya que «el texto transaccional fue acordado con todos, al ser firmado tanto por ERC, PNV y Mixto, además de PP, PSOE y Podemos», explican desde Ciudadanos. La propuesta queda así: «El Congreso insta al Gobierno a promover las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil referida a los animales, donde se les defina como seres vivos dotados de sensibilidad –tal y como pedían varios partidos, como Compromís–. Además, instan a prever las reformas legales necesarias para que los animales de compañía no puedan ser objeto de embargo en ningún procedimiento judicial. Y es que como afirmó el diputado Guillermo Díaz Gómez, de Ciudadanos: «El amor a los animales no entiende de ideología».

Sin embargo, sí hubo sonoras discrepancias. Así, la diputada de PDECat, Lourdes Ciuró i Buldó, reclamó que se considere «animales sintientes tanto a los domésticos como a los que les gusta torturar y lo llaman fiesta nacional». En este sentido también se pronunció Sara Carreño, de Unidos Podemos-En Comú en Marea, que además de demandar ampliar el PNL, pidió aprobar una Ley marco de bienestar animal con siete puntos, como un cambio en el modelo de los delfinarios y zoológicos, eliminación de subvenciones y consideraciones de Patrimonio Cultural a «los espectáculos taurinos», «dado que más del 80% de la población los rechaza».

En definitiva, un primer paso en un país donde cada vez más hogares tienen un miembro de cuatro patas. Y es que «nuestro Código Civil que data de 1889, se ha quedado obsoleto», recordó el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Avelino de Barrionuevo.

Según un informe elaborado para el Ministerio de Agricultura, en 2015 había ya 3.929.755 hogares con perro y 1.471.415 con gato. Además, los hogares tiene 1,3 perros y los que tienen felinos, albergan 1,5 por hogar. Es decir, en España, hay 7.413.960 perros y gatos, frente a los 7.154.733 que había en 2012. A ellos hay que sumar peces, reptiles, pájaros, tortugas, conejos, hurones... Es decir, casi cinco millones de animales más. Para las familias, el mantenimiento de sus mascotas depende de la especie. Así, mientras tener un mastín puede costar 70 euros al mes, un gato 12 euros y un hámster seis euros en comida para más de un mes. Respecto al gasto anual, el más alto corresponde a los perros, con 817 euros anuales, seguidos por los gatos 534. El gasto baja hasta los 376 euros al año de media en el caso del resto de mascotas.

Pero a pesar de que cada vez más familias tienen en su perro o en su gato a un compañero fiel, los abandonos no cesan. En 2014 se abandonaron algo más de 140.000 perros y gatos, según el estudio elaborado para el Ministerio de Agricultura. Una cifra muy similar al de la Fundación Affinity: 137.831 perros y gatos abandonados que fueron recogidos en España en 2015. Y es que esta crueldad sigue siendo un fenómeno creciente en los últimos años. De hecho, el abandono animal se ha disparado en torno a un 15% desde 2006, siendo uno de los peores años 2008, cuando el abandono era de 157.000 animales, cifra que ha ido descendiendo año tras año.

También van en aumento las sentencias condenatorias por maltrato animal. En concreto, en 2014 hubo 62, frente a las 60 de 2013 o las tres de 2009. Y es que sólo en 2013, se maltrataron a 13.809 perros, es decir, a 2,93 perros por cada diez mil habitantes, frente a los 7.327 canes maltratados en 2008. No es que el maltrato vaya en aumento, que en parte sí, sino que cada vez se denuncian más este tipo de delitos, debido a la mayor concienciación social. Y es que cabe recodar que no fue hasta 2003 cuando se incluyeron los malos tratos a las mascotas en el Código Penal.

Y es que «tratar a un perro o un gato como a un televisor no se corresponde con la realidad», tal y como afirmó el diputado autor de la iniciativa, Guillermo Díaz. ¿Se imaginaría besar al microondas? Pues, según un estudio de Affinity, el 76% dice que besa a su perro como mínimo una vez al día.