"NuevaTribuna" 23/05/2018
La Oficina para los estudios de la Relación
entre Animales y Humanos de la prefectura del Guayas (Ecuador), primera
institución pública del mundo en este campo, ha sido premiada en Madrid por la
Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos Animales
Una de las cosas más difíciles de ver en el
Congreso de los Diputados español es presentar una iniciativa que obtenga el
respaldo de todos los partidos de la Cámara. Más aún, que esa unanimidad se
traslade en el tiempo y quieran participar de una asociación para hacer
políticas comunes. Contra todo pronóstico, eso existe y se llama Asociación
Parlamentaria en Defensa de los Derechos Animales (APDDA). Se trata de una
asociación en que se ha logrado la mayor representatividad en varias
legislaturas y que cada año premia iniciativas que luchan por los derechos
animales. No contentos con las alianzas -para muchos imposibles- que han
logrado en el Estado español, quieren seguir aumentando estas alianzas a nivel
internacional. Por eso, el premio de la APDDA de este año va para ERAH, la
oficina por el Estudio de la Relación entre Animales y humanos de la provincia
ecuatoriana de Guayas.
Este proyecto tiene muchos hitos que lo
convierten en pionero a nivel mundial, pero sobre todas esas actividades
destaca una: lo hacen desde lo público. La Prefectura del Guayas (algo así como
una comunidad autónoma) ha sido la primera en tener un departamento de
Bienestar Animal y Gestión Social, “poniendo uno antes de otro
como símbolo”. Quién habla es su titular, Nathaly Toledo, periodista y
activista que se metió en política convencida de que podía marcar la diferencia
y que ha sido la responsable de recoger el premio de la APDDA ya que la oficina
galardonada es de su competencia. “Necesitamos que esa labor se
reconozca y rompa el silencio. Por eso, este premio, más al ser internacional,
supone un espaldarazo a nuestro trabajo y nos dice que estamos haciendo bien
las cosas”, me comenta cerca del Congreso de los Diputados donde
este miércoles se hizo la entrega oficial.
Toledo no tarda en destacar la importancia de Jimmy
Jairala, prefecto de Guayas, como “la
única persona en política que se preocupa por los animales”. Está
claro que al menos, ahora son dos, porque Toledo ha dejado los platós de
televisión y sus reportajes para encabezar la concejalía de Bienestar animal en
Guayas, la provincia más poblada de todo Ecuador. De ahí su importancia y su
mérito, ya que en este país las competencias en esta materia están repartidas
entre el Gobierno estatal y los locales. “Buscamos la manera de que la
Prefectura también pudiera hacer cosas por los animales”, comenta,
sorprendida de que muchas cosas que ya hacen en Ecuador no suceden en España
aún. Al menos no fuera de la iniciativa privada.
Es el caso de la gestión
de colonias de gatos callejeros por el método CES (captura, esterilización y
suelta, para controlar su número y las enfermedades). Mientras en España llevan
años haciéndose, desde la administración solo se han dado pequeños pasos para
regularidad la situación de estas y proteger a sus alimentadoras, pero muy poca
ayuda o acción directa por parte de los ayuntamientos. “Nosotros hemos empezado
a esterilizar colonias de cien gatos, pero hay hasta en las cárceles. De hecho,
hace poco nos pidieron ayuda de la prisión de mujeres ya que allí hay unos 300
gatos”. Sorprende seguir escuchando cómo la directora del centro penitenciario
se coordina con las reclusas para gestionar la alimentación, la medicación y el
cuidado de los gatos, perfectamente organizados desde los más cariñosos a los
más ariscos y salvajes.
“ERAH es la única entidad
en el mundo que estudia la relación entre humanos y animales. Nos parece clave
tener esta oficina de investigación, para así tener un respaldo científico en
el que implementar las propuestas políticas y acciones concretas”, comenta,
orgullosa. Además, el impulso de ERAH va mucho más allá, ya que habla de
violencia, sin jerarquizar ninguna como más o menos importante. “Hemos logrado
poner sobre la mesa la violencia contra los animales, contra los niños y niñas,
contra las mujeres…a la par”, explica, consciente de que muchas veces estas
violencias van unidas, unas preceden a otras y las soluciones tienen que tener
en cuanta todas ellas. “Conocemos casos de mujeres que no se van de su casa
cuando son maltratadas por sus mascotas y esto pasa porque los centros de
acogidas acepten también animales”. Se trata de una demanda que en España está
sobre la mesa también y que en algunos sitios se ha logrado pero solo de manera
puntual. En este sentido, el próximo otoño verá la luz el primer estudio en
Latinoamérica, fruto del trabajo del equipo de ERAH, donde se vincula maltrato
animal y violencia machista. La clave será la detección precoz y la prevención.
El hilo de la prevención
enlaza todas las investigaciones de ERAH, y muchas veces, además de extraer
información, también logra una sensibilización. “Una de cada cuatro personas en
Guayas manifiesta que ha maltratado o maltrata a los animales. Pero este dato
no fue así al principio de la investigación, ya que muchos veían el maltrato
únicamente como una agresión física. ERAH preguntó por las condiciones de vida
de los perros: lo sacan a pasear, donde duerme, qué cuidados tiene, cuándo lo
llevan al veterinario.. Y ahí es dónde surge la concepción de maltrato y el
reconocimiento por parte de la población”.
Algo similar a los datos
que recoge su estudio sobre la impunidad del maltrato: si ocho de cada diez
personas reconoce haber visto casos de maltrato, solo uno de esos ocho
denuncia. Otros datos que pueden sorprender, es la concepción de que los
animales de raza otorgan estatus a sus familias: “Esto hace que nadie quiera
adoptar a los mestizos, los de más edad o ya no hablemos si tienen alguna
discapacidad”.
La prefectura del Guayas
también puede presumir de una cosa: es la única de todo Ecuador que cuenta con
un servicio público de rescate animal. Y es que los efectos del abandonos de
perros y gatos en la calle es considerado por la población como un problema
social: “Tenemos que priorizar las urgencias que atendemos, porque solo en
nuestra zona hay más de 500.000 perros abandonados”. No solo perros y gatos se
benefician de estas políticas públicas de bienestar. Empezaron ayudando a
caballos heridos, muchas veces por el tráfico, aunque actualmente estos casos
solo se dan en el rural. Y de ahí surgió, otra de las iniciativas pioneras de
ERAH: el centro de equinoterapia municipal, que además de rescatar a los
caballos y proporcionales cuidaos, también hace funciones sociales y es
gratuito.
Ante la incapacidad de
cambiar de la noche a la mañana la realidad de los animales, ERAH y los
servicios municipales que derivan de la oficina, impulsan la sensibilización y
la capacitación. Primero, educar a los más pequeños de que los animales no son
pertenencias y que hay que cuidarles. “Impulsamos la no compra, la adopción
responsable, el valor de los perros mestizos, que la discapacidad no es un
motivo de rechazo, la importancia vital de la esterilización para acabar con el
aumento de animales en la calle, etc”. Segundo, porque ayudarán desde ahora a
formar a los funcionarios de otros municipios para crear sus propias políticas
municipales. “Intentamos que hubiera un cambio de ley a nivel estatal y hemos
logrado que todos los municipios tengan que hacer sus propias leyes en tema
animal”, comenta la regidora, destacando que en Ecuador tiene mayor protección
la naturaleza que los animales y por eso ha sido difícil desarrollar una ley integral
o cambiar el Código Civil para pasar de falta a delito el maltrato animal.
“Cada vez hay más
rescatistas y personas que se preocupan por los animales”, comenta. Por eso, no
es de extrañar que otra de las iniciativas haya sido un servicio de
voluntariado por los animales, donde la ciudadanía quiere ayudar a la
Administración a hacer cosas: “Antes eso nunca pasaba”. Igual que cada vez
crece más el interés entre los ciudadanos, también se proyecta en la esfera
pública: “Cada vez son más los personajes públicos y políticos que se apuntan a
las campañas por el bienestar animal, pero ya veremos si es una preocupación
real o interés por votos”.
De momento, se va de
España con alianzas reforzadas, aprendiendo otra forma de luchas por los
animales y con el mensaje claro de que van por el buen camino.