[Comunicado] 31/05/2024
En el Foro convocado por APDDA se
proporcionaron argumentos científicos, políticos, éticos y jurídicos necesarios
para elaborar las leyes sobre los animales que viven en zoos
El pasado viernes, día 24 de mayo, tuvo lugar en la Sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados el Foro ‘Grandes Simios y Parques Zoológicos’, organizado por la ‘Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales’ (APDDA), en colaboración con la Plataforma ZOOXXI, Fundación Franz Weber, Proyecto Gran Simio, INTERcids-Operadores Jurídicos por los Animales, FAADA y Federación DEAN. En una legislatura en la que debe cumplirse el mandato legal de aprobar un proyecto de ley de grandes simios y en la que deberá abordarse el necesario debate sobre la reforma y reconversión de los zoológicos, se convocó este Foro en el Congreso, con el objetivo de proporcionar argumentos científicos, políticos, éticos y jurídicos que necesitan ser tenidos en cuenta de cara a la elaboración de las leyes que afectan a los animales que viven en zoos.
El Foro se desarrolló en sesión de mañana
y tarde, con la intervención de seis ponentes. La sesión de la mañana fue
presentada y moderada por el diputado y coportavoz de APDDA Daniel Senderos,
mientras que la de tarde fue moderada por el diputado y coportavoz de APDDA Nahuel
González, a quien correspondió la clausura al final del acto.
Intervino en primer lugar Tom
Sciolla, licenciado en Gestión Ambiental y grado en Conservación de la
Biodiversidad, asesor en Conservación de Biodiversidad de la Fundación Franz
Weber y director del santuario Equidad, que disertó sobre el cautiverio de los
grandes simios y experiencias de transformación de los zoológicos: «En España
hay 103 grandes simios encerrados en zoológicos: 35 chimpancés, 41 gorilas y 27
orangutanes. Los zoos no pueden proporcionar las necesidades medioambientales,
sociales ni de alimentación adecuadas, dado que los animales salvajes han
evolucionado fisiológicamente para vivir en otras condiciones, las de la
naturaleza. Existe un grave problema cuando los zoos concentran el enorme
conocimiento de sus profesionales en la exhibición y en la tenencia de la mayor
cantidad de especies exóticas posibles. Por estas razones, los zoos deben
aprovechar todo su potencial y conocimiento para reconvertirse: animales
principalmente autóctonos, adaptados al ambiente local, que permitan llevar a
cabo programas de conservación del medio natural y la reintroducción de
animales; rescate de animales salvajes para su rehabilitación; traslado de
animales exóticos a santuarios y otros centros especializados; educación de la
ciudadanía sobre la necesidad de proteger la naturaleza no basada en la
cautividad ni en la exhibición de animales».
A continuación, Andrea Torres,
bióloga y técnica en el Área de Animales Salvajes de la Fundación para el
Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), abordó la situación
en España: «Los Grandes Simios han estado muy desprotegidos a lo largo de los
años en España, y lo siguen estando. Los zoos podrían realizar una función muy
importante en la protección de los grandes simios en colaboración con los
santuarios, pero no la están haciendo. Hasta ahora los zoológicos no han sido
parte de la solución, sino del problema. Los centros de rescate (los cuales son
privados y apenas reciben ayudas de las administraciones) se han estado
haciendo cargo de estos animales, y siguen haciéndolo».
Ya en la sesión de tarde, Jorge
Riechmann, profesor titular de Ética y Filosofía política, expuso algunas
consideraciones éticas acerca de los grandes simios y los seres humanos en la
crisis ecosocial: «En un momento crucial de la historia de la humanidad, situados
ante un horizonte de exterminio (no en balde hablamos de la Gran Extinción)
amenazador, incluso para la misma humanidad (ya por la vía de un calentamiento
global desbocado, ya por las armas de destrucción masiva), hemos de
replantearnos de forma radical nuestra relación con la naturaleza no humana, y
eso incluye desde luego el cuestionamiento de zoológicos y acuarios. En ese
marco, el papel especial que atribuimos a los grandes simios, como hermanos
biológicos muy cercanos, puede ayudarnos a abrir los ojos ante la enorme
injusticia que supone privar a muchos animales de libertad y posibilidades de
vida buena».
Por su parte, Macarena Montes,
doctora en Derecho, investigadora en Harvard, miembro de la Directiva del
Proyecto Gran Simio, habló, como Miembro Experto de INTERcids, de la protección
jurídica de los grandes simios en España: «Existe irrefutable evidencia
científica de que los grandes simios (gorilas, orangutanes, chimpancés y
bonobos) poseen capacidades cognitivas y emocionales altamente sofisticadas.
Esta sofisticación cognitiva y emocional provoca que sufran de manera especial
ante el cautiverio, la muerte y la tortura. En particular, el cautiverio en
zoológicos les causa daño neurológico, trastornos mentales y enfermedades. El
derecho debe proteger a los más vulnerables. Por lo tanto, debe garantizar una
protección jurídica especial a los grandes simios, quienes se encuentran
actualmente sufriendo inmensamente en zoológicos y en manos de particulares.
España tiene la oportunidad histórica de convertirse en pionera en la
protección de los grandes simios y en un modelo a seguir a nivel mundial».
Posteriormente fue el turno de Pedro
Pozas, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio y Vicepresidente del
Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial, que presentó propuestas
para la Ley de grandes simios: «Con la ley de grandes simios o como
verdaderamente deben llamarse, homínidos no humanos, habremos en parte
resarcido el daño que les hemos causado en su explotación y será un ejemplo en
el mundo en la lucha por sus derechos básicos. Los grandes simios se merecen
nuestro reconocimiento y debemos proteger las poblaciones en libertad y luchar
en contra de su cautividad. La ley de grandes simios es para respetar a una
especie hermana nuestra, a homínidos no humanos de la que compartimos juntos un
mismo ancestro y un mismo camino evolutivo y numerosas capacidades cognitivas y
genéticas. Ellos y nosotros hemos escrito la historia de la humanidad. Sin
ellos nosotros no estaríamos presentes».
Finalmente, Rosi Carro,
licenciada en Física, máster en Derecho Animal y Sociedad, postgrado en
Antrozoología y coordinadora de la Plataforma ZOOXXI, presentó la iniciativa
para la reconversión de los parques zoológicos: «La ley de parques zoológicos
obliga a los zoos a contribuir a la conservación de la biodiversidad. Esta
cuestión se vuelve de interés general al encontrarnos inmersos en la sexta
extinción masiva de especies. No obstante, la mayoría de zoos son negocios privados
que no responden a los mecanismos de transparencia de los servicios públicos. Aunque
los zoos afirman públicamente que el bienestar está garantizado, la realidad es
que esto no es posible para animales que llevan miles de años adaptados
genéticamente a la vida silvestre. La razón radica en la dificultad de
proporcionar a los animales salvajes bienestar en relación con las emociones y con
la expresión de comportamientos naturales. Los zoos deben reconvertirse. Es
incompatible la conservación de la naturaleza con un modelo de negocio basado
en la exhibición de animales, que requiere: animales atrayentes para el
visitante, disponibilidad permanente de animales para su exhibición,
espectáculos con animales salvajes, matar animales sanos por cuestión de gestión
(culling), y presenta muy poco interés por la reintroducción de animales
en los ecosistemas naturales».