Proponen
aplicar el principio de precaución a esta actividad nueva, al demostrarse su
crueldad hacia estos animales y sus impactos negativos al medio marino
Los diputados miembros de la ‘Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales’ (APDDA), Verónica Barbero, Nahuel González, Gabriel Rufián, Etna Estrems e Ione Belarra, representando a sus Grupos Parlamentarios, han registrado la Proposición de Ley sobre la prohibición de la acuicultura con pulpos en España, elaborada por la entidad INTERcids-Operadores Jurídicos por los Animales.
Esta iniciativa legislativa responde al proyecto de Nueva Pescanova de instalar una granja de pulpos en España, que sería la primera del mundo. Ante la gran contestación ciudadana, debido a la extrema crueldad que supone para estos animales y por sus nocivos efectos sobre el ya deteriorado medio marino, APDDA ha recogido la iniciativa de INTERcids que propone modificar la Ley de Cultivos Marinos para prohibir la explotación intensiva de estos animales, atendiendo al principio de precaución. Las granjas de pulpos es una actividad totalmente nueva, para la que no existe ninguna regulación específica y sobre la que ya sabemos que, de forma inevitable, conllevará consecuencias dañinas para estos animales y para el medio ambiente. Esos impactos negativos aconsejan que, por precaución, se aborde la prohibición de esta actividad.
La ciencia ha demostrado que los pulpos son muy inteligentes, con una gran complejidad cognitiva y conductual, memoria, curiosidad y capacidad para explorar, utilizar instrumentos, resolver problemas complejos, planificar y anticiparse. La evidencia científica también indica que los pulpos pueden padecer dolor físico y emocional, así como recordar ese sufrimiento y experimentar temor. Además, no podemos ignorar los negativos impactos y daños al océano asociados a la cría y explotación intensiva de estos animales: vertidos de residuos y de agua recirculada al mar, alterando el medio acuático e impactando en otras especies; uso de productos químicos y tóxicos que pueden contaminar el entorno e incluso amenazar la salud pública; emisiones de CO2 que contribuyen al efecto invernadero; contaminación lumínica que afecta a diversas especies de animales; problemas derivados de los malos olores producidos por estas granjas; riesgo de que pulpos criados en cautividad, con mermadas y disminuidas capacidades, sean liberados accidentalmente al mar, afectando negativamente a otros pulpos y al equilibrio ecológico; y problemas de insostenibilidad y de ineficiencia en el uso de recursos naturales derivados de la acuicultura con especies carnívoras, no sólo por sus elevados consumos de energía y agua.
APDDA