El pasado 27 de junio se celebró en el Congreso de
los Diputados la Jornada “En defensa del lobo ibérico”, organizada por APDDA e
INTERCIDS. El evento contó con una nutrida asistencia, tanto de forma
presencial como a través del streaming, y despertó un gran interés entre las
entidades que trabajan por la protección del lobo y también entre el público en
general.
La jornada fue inaugurada por el diputado de APDDA
Nahuel González, junto a Félix Romero, director
de la Fundación Biodiversidad.
Abrió la primera mesa de la tarde el Dr. en Biología y Profesor de la Universidad de León Andrés Ordiz, haciendo una llamada al uso de la ciencia y preguntándose si las decisiones que se toman respecto al lobo en España están basadas en evidencias científicas o, más bien, en prejuicios o criterios subjetivos.
Los grandes carnívoros son especies clave que
“mediante la depredación, regulan los ecosistemas”, señaló Ordiz. Y es
precisamente esa depredación la fuente del conflicto con los humanos “del orden
del 80-90% de la mortalidad de los grandes carnívoros está causada por el
hombre”. Sin embargo, no parece ser así al contrario, agencias de investigación
que elaboran periódicamente informes sobre el potencial riesgo del lobo para el
ser humano muestran que “no hay ningún caso de ataque letal del lobo al ser
humano en lo que llevamos de siglo”.
Ordiz mostró también datos oficiales de la cabaña
ganadera existente en Asturias y de las indemnizaciones otorgadas por daños de
lobo. Según estos datos, la tasa de mortalidad estaría apenas entre el 0,01
(una de cada 10.000 vacas) y el 0,04% (4 de cada 10.000 vacas) por causa del
lobo. “Tanto por la situación demográfica de la especie que está estable, no
está aumentando, como por el papel que tiene la especie en los ecosistemas, la
especie debería gestionarse desde un contexto de conservación y no rebajando su
protección”, concluyó.
La segunda ponente fue la Dra. Isabel Salado,
bióloga e investigadora especializada en genética de la conservación de
poblaciones de lobos. Salado explicó que actualmente en España no existe un
monitoreo genético a nivel nacional, aunque la diversidad genética tiene
importantes implicaciones y su pérdida se está dando a nivel global,
especialmente en aves y mamíferos. “Uno de los grandes objetivos es mantener y
aumentar la diversidad genética”, señaló la bióloga. “La pérdida de diversidad
genética no mata en sí, pero implica la capacidad o las herramientas que tiene
una especie para enfrentarse a cambios ambientales, como el brote de una
enfermedad. Es como un seguro de vida que tiene una población ante esas
enfermedades y los cambios ambientales”.
Salado mostró asimismo como investigaciones
muestran que antiguamente las poblaciones estaban conectadas pero, en la
actualidad, los lobos ibéricos están completamente aislados del resto de
poblaciones europeas, “el aumento de población a partir de los años 70 no ha
sido suficiente para revertir la pérdida de biodiversidad genética”, manifestó.
El abogado y divulgador José Antonio de la Fuente Molinero, conocido como Blas, vicepresidente del Observatorio del Estado de Conservación del Lobo, habló sobre medidas de prevención eficaces contra los ataques del lobo y mostró algunos vídeos de sus trabajos de campo en el seguimiento de manadas. La ganadería se enfrenta a profundos desafíos estructurales, señaló, “lo que no me parece admisible es que se pretenda que el lobo sea el culpable de la crisis profunda del sector”.
El
actual marco jurídico
La segunda mesa, moderada por la abogada María
González Lacabex, estuvo enfocada en dilucidar de la mano de la judicatura, la
abogacía y el ámbito de los agentes forestales, de qué manera el marco jurídico
actual da – o no – respuesta a la protección del lobo.
Jesús Agustín Pueyo, Magistrado de la Audiencia
Provincial de Bizkaia, recordó que, si bien la Ley de Desperdicio Alimentario
aprobada el pasado mes de marzo era una ley muy necesaria, lo que se ha
pretendido con las enmiendas incorporadas es “darle la vuelta a todo el sistema
normativo coherente que teníamos”. La idea de que los daños que el lobo causa a
la cabaña ganadera suponen un residuo alimentario es “desde cualquier punto de
vista biológico, normativo y jurídico, inasumible”, indicó.
“Es una ley totalmente precipitada y sus
modificaciones son totalmente acientíficas”, manifestó el Magistrado. “Una ley,
además, que adolece de graves vicios de inconstitucionalidad”.
A continuación, María José Gil, abogada de ASCEL y
miembro de INTERCIDS, señaló, desde la perspectiva de los letrados y letradas
que defienden al lobo, que si bien se ha producido un retroceso con las
“enmiendas intrusas” que han sacado al lobo de la protección de que gozaba,
“también se ha evolucionado y ganado en experiencia y se ha evolucionado en las
sentencias que ha ido dictando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea”. Gil explicó los diferentes recursos a las
resoluciones para matar lobos en Cantabria, Asturias y Galicia, así como las
medidas cautelares que se están solicitando. En el caso de Galicia, la abogada
mencionó cómo, gracias al recurso de WWF, se ha suspendido cautelarmente la
caza de lobos.
“El lobo se introdujo en el listado de especies
protegidas también porque tenía ciertos valores culturales, medioambientales y
ecológicos y esos valores no se han reducido, el lobo sigue teniendo ese valor
cultural importante”, recordó Gil. “Es un bien público, es patrimonio de todos
y ha de defenderse y protegerse por encima de otros valores como en este caso
sería la ganadería”, concluyó.
En representación del colectivo de Agentes
Forestales de Galicia intervino Alejandro Rodríguez Pazos, que puso en valor la
evolución cultural que se ha dado en las últimas décadas en la protección del
lobo en España “ahora el lobo ya no es una alimaña y ya empezamos a hablar de
protección de la especie”, recordó Rodríguez. El agente quiso también poner el
foco en que el supuesto conflicto con el lobo se suele centrar en la ganadería,
“pero hay otro sector muy interesado en el lobo, que son los cazadores, no les
provoca ningún daño, pero ellos tienen mucho interés en disparar”.
En cuanto a las soluciones, Rodríguez señaló la
importancia de implementar buenas medidas de prevención, así como la formación
de los ganaderos y de los propios agentes medioambientales para que puedan
hacer correctos peritajes. También abogó por protocolos de indemnización ágiles
y que la certificación del daño se haga a través de una comisión técnica, “alejada
de la persona afectada”.
En relación a gestiones excepcionales que se
tuvieran que realizar «como último extremo» con animales concretos, el agente
abogó por que esta labor sea hecha por los funcionarios “nos oponemos a que lo
hagan los cazadores”, indicó. “Aunque nos gustaría también poder contar con la
objeción de conciencia, porque si me ordenan como funcionario que tengo que
hacer ese trabajo y pudiera objetar, lo haría. Si tuviéramos esa herramienta,
probablemente muchos de nosotros acudiríamos a ella”, reconoció.
Coexistencia
y datos
La tercera mesa, moderada por el diputado de APDDA Txema
Guijarro, dio comienzo con la intervención de Leandro Valle, pastor
de tercera generación en la zona de las Merindades, Burgos. Desde su larga
experiencia en el pastoreo, Valle afirma que el lobo ha hecho rentable su
explotación ganadera. “Como sabíamos que el lobo estaba, que hacía una función
y que iba a seguir estando, decidimos aprovecharnos de él”, cuenta. La clave,
tener a los animales sanos, bien alimentados, protegidos de los depredadores y
de las inclemencias meteorológicas. Valle explica que se tomaron tres medidas
fundamentales: “volver a recuperar las estructuras para la protección de
rebaños, introducción de perros mastines y algo fundamental: la figura del
pastor”.
Por su parte, la bióloga Carolina Martín, centró
su ponencia en el proyecto “Vivir con lobos”, llevado a cabo por Ecologistas en
Acción con más de 50 ganaderos y ganaderas favorables a la coexistencia con el
lobo. El proyecto buscó dar voz a ganaderos de extensiva que viven en zonas
loberas. “No es cierto que se tenga que elegir entre ganadería y lobos, quien
diga esto es falaz y está engañando a la sociedad”, declaró Martín. “El lobo
sigue siendo usado como cortina de humo para tapar los problemas reales de la
ganadería”
Cerró el evento la intervención del Director
General de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, que comentó la
disparidad de datos existentes sobre los ataques a la ganadería y las noticias
publicadas en los medios. Basándose en las estadísticas de Agroseguro, Becerra
analizó la distribución geográfica de los ataques al ganado de animales “sin
dueño identificado”, que se producen “tanto en zonas donde hay lobos, como en
zonas donde no hay lobos”, explicó.
Respecto a las indemnizaciones, Becerra señaló los
ataques por animales protegidos por la administración han sido de media los más
pagados, mientras que los de “animales no identificados” reciben
indemnizaciones menores. “Si tú tienes la opción de decir el ataque me lo ha
causado un animal que no sé cuál es, o el lobo, pues optarás por el lobo que es
entre un 3% y un 19% mejor pagado que el ataque de animal sin dueño
identificado”, señaló.
“Necesitamos información mucho más fiable de la
que hay hoy en día para poder decir que el lobo es el causante de los
incrementos que se están dando a los ataques a la ganadería”, declaró el
director general. “No podemos seguir acusando a una especie de unos ataques que
no sabemos si provoca”.