"Eldiario.es" 29/11/2016
Chesús Yuste: Como decía Victor Hugo, "no hay nada más poderoso que una idea cuyo
tiempo ha llegado". Y este es nuestro tiempo, no tengáis ninguna duda:
el tiempo de los derechos de los animales
Chesús Yuste - Por fin ha arrancado la legislatura. Teníamos muchas
ganas de que las Cortes Generales empezaran a funcionar, tras casi un
año entero de "Parlamento colgado", como dicen los ingleses. España
continúa siendo para el mundo el estereotipo del maltrato animal. Y
aunque algo se ha ido mejorando en los últimos años, hay todavía
muchísimas cosas que corregir si queremos tener unas relaciones con los
animales propias del siglo XXI.
Durante la última legislatura completa, la X, desde la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales
(APDDA) logramos poner de forma continuada la situación de los animales
en la agenda política a través de la presentación de varias
proposiciones no de ley, multitud de preguntas parlamentarias y una
batería de enmiendas al Código Penal, así como mediante la organización
de importantes actos públicos, como los cuatro foros (cultura contra el
maltrato animal, la tragedia de los galgos, ocho años del Proyecto Gran
Simio y presentación del Manifiesto Felino), las tres jornadas
parlamentarias (necesidad de una legislación estatal sobre animales de
compañía, violencia de especie y estrategias educativas, y propuestas de
protección animal de las ONG a los partidos en vísperas electorales) y
sucesivas entregas de premios (a la impulsora de las secciones de
Derecho Animal en los colegios de abogados Magda Oranich; a la
protectora de animales formada por niños El Cuarto Hocico de Muel,
Zaragoza; a la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la
Tauromaquia y el Maltrato Animal, AVATMA; y a la primera sección
animalista, El Caballo de Nietzsche, en un medio generalista en España,
eldiario.es; así como, en categoría internacional, a la primatóloga
británica Jane Goodall).
Perseguíamos así, por un lado, visibilizar la
importancia de implantar unas políticas públicas de protección animal y,
por otro, sensibilizar a los parlamentarios con los problemas de los
animales a la vez que establecíamos puentes entre el movimiento social
que trabaja por los animales y las personas que trabajan en las
instituciones y administraciones públicas. Ahora, tras la investidura de
un gobierno, vamos a poder continuar con nuestras actividades en
defensa de los derechos de los animales.
Durante este año de impasse,
la APDDA ha aprovechado para crecer, para ampliar su afiliación,
duplicando el número de miembros e incorporando a diputados y senadores
de las nuevas fuerzas con representación parlamentaria para mantener la
pluralidad de la asociación. Hoy somos ya setenta parlamentarios y
exparlamentarios de prácticamente todo el espectro político, desde el PP
hasta ERC, unidos por una sensibilidad hacia los animales y
comprometidos con sus derechos, incluso más allá de nuestros propios
partidos. En APDDA no discutimos sobre nuestras diferencias ni
competimos partidistamente: sabemos que aquí los animales son lo
primero. Por eso, para nosotros esta nueva legislatura es una nueva
oportunidad para continuar trabajando en favor de los animales.
De entrada, nos encontramos con un Congreso muy diferente al de la X legislatura: sin mayorías absolutas ni bloqueos a priori;
por tanto, un escenario abierto, sin duda más propicio para alcanzar
acuerdos mayoritarios -y ojalá unánimes- con los que avanzar en la
protección y defensa de los derechos de los animales. Si en el mandato
anterior, a pesar de la mayoría absoluta, se ha logrado, gracias al
trabajo de APDDA, que el Gobierno ratificara el Convenio de Animales de
Compañía del Consejo de Europa, pendiente desde 1987, y que en el Código
Penal se mejorara la tipificación del maltrato animal, incluyendo por
primera vez la zoofilia a través del delito de la explotación sexual de
animales, estoy convencido de que podremos avanzar mucho más en un
Parlamento abierto como el actual.
Con esa esperanza,
en la primera reunión de la APDDA en esta nueva etapa, acordamos
trabajar en pos de los siguientes objetivos políticos:
- 1) Promover una ley marco de protección animal lo más exigente posible: que garantice un mínimo muy elevado de protección común al conjunto de comunidades autónomas y que aborde satisfactoriamente los debates que se plantean desde el movimiento animalista acerca del sacrificio cero, las campañas de adopción de animales de compañía, el programa CES para colonias felinas, el registro de perros de caza, la prohibición de la caza con perros, la incompatibilidad del maltrato animal con figuras como el BIC o la fiesta de interés turístico…
- 2) Impulsar la incorporación de la empatía con los animales en el currículum educativo estatal, recogiendo el trabajo elaborado por especialistas que han desarrollado una de las conclusiones de la II Jornada Parlamentaria de Protección Animal de APDDA, celebrada en septiembre de 2014 en el Congreso de los Diputados.
- 3) Promover la reforma del Código Civil para que los animales sean considerados como seres sintientes que están bajo la protección de las leyes (y ya no como cosas o muebles), tal como establece el artículo 13 del Tratado de Lisboa y como han adaptado sus códigos varios Estados europeos.
- 4) Promover el endurecimiento de penas por maltrato animal, en el caso de que se abriera de nuevo el melón de la reforma del Código Penal, con el objetivo de garantizar que los casos más crueles o reiterados reciban una pena superior a dos años, lo que conllevaría el ingreso efectivo en prisión. Recordemos que actualmente se prevén penas tan reducidas que el ingreso en la cárcel queda a voluntad del juez correspondiente, debilitándose así el reproche social que tal conducta merece.
- 5) Desarrollar el Convenio de Animales de Compañía del Consejo de Europa ratificado recientemente por España.
- 6) Defender la eliminación de las medidas de protección y fomento de la tauromaquia que se han venido implantando, como la categoría de Patrimonio Cultural, las diversas subvenciones públicas, la cobertura en medios de comunicación públicos y el acceso a menores de edad.
Así que, como hemos venido haciendo en nuestros nueve años de historia,
pronto volveremos a presentar iniciativas parlamentarias y a convocar
actividades abiertas al público en las Cortes Generales, sobre estas
materias y otros asuntos más concretos, mucho más específicos. Confiamos
en seguir recogiendo las demandas de la sociedad civil que da voz a los
sin voz y, por supuesto, en continuar promoviendo debates
parlamentarios y alcanzando acuerdos que permitan mejorar la situación
de los derechos de los animales.
Como decía Victor
Hugo, "no hay nada más poderoso que una idea cuyo tiempo ha llegado". Y
este es nuestro tiempo, no tengáis ninguna duda: el tiempo de los
derechos de los animales.