La Asociación Parlamentaria en
Defensa de los Animales (APDDA) ha pedido al Gobierno que modifique el
currículum escolar para que la formación en empatía hacia los animales
se incluya de forma específica en el temario, como mecanismo efectivo
contra el acoso escolar.
Así
se recoge en una iniciativa que la asociación presentará este miércoles
en el Congreso, donde propone una modificación de los contenidos y
programaciones en los currículos de la educación obligatoria, a fin de
que los alumnos conceptualicen a los animales como seres sintientes y
aprendan a desarrollar empatía hacia ellos.
Junto
a ella, los diputados y senadores miembros de APDDA darán a conocer un
documento titulado 'Educación para la empatía hacia los animales como
estrategia de prevención del bullying escolar', coordinado por la
organización de Profesionales por la Defensa Animal (Proda).
FALTA DE EMPATÍA Y ACOSO
Para
la psicóloga infantil y presidenta de Proda, Mariví Vaquer, "la
ausencia de empatía está justo en la base del acoso y explica tanto el
comportamiento del que agrede como del que observa y no dice nada".
Así
lo declaró a Servimedia Vaquer, tras señalar que "si logramos que los
niños se pongan en el lugar del otro y asuman sus emociones, tendremos
una gran parte del camino ganado".
Considera
que estas actitudes resultan más fáciles de trabajar si "desde
pequeños, los alumnos desarrollan empatía hacia los animales, que por
definición son los seres más vulnerables con los que coexisten". "Si
logran esto, ¿cómo no podrán hacerlo después con otros humanos?".
Indicó
que numerosos estudios hablan de la biofilia como "la capacidad natural
que los seres humanos tienen de empatizar con otros seres vivos". Según
Vaquer, dado que ello se produce en gran parte debido al lenguaje no
verbal, la biofilia es más intensa en la primera infancia y se atrofia a
lo largo de proceso de enculturación.
La
propuesta de Proda defiende así "pequeñas modificaciones" en el
currículum para que, a la hora de estudiar a los animales, además de
tratar su esqueleto y su morfología, se informe a los niños de que estos
seres "también sufren y sienten emociones como el miedo, la alegría o
la tristeza". "Son pequeños cambios en los manuales, que no implican
ningún gasto extra", agregó Vaquer.
OTROS CAMBIOS
Junto
a estas modificaciones, la iniciativa propone incluir ejercicios
prácticos, para que los alumnos identifiquen diferentes sentimientos en
las caras de los animales, así como problemas de índole ética en los que
los escolares deban reflexionar sobre sus valores, los derechos de los
animales y la mejor forma de resolver conflictos: "¿Qué hacer cuando un
agricultor quiere cercar sus tierras para que los conejos no se coman
sus zanahorias y, al mismo tiempo, estos pueden morir de hambre?".
Proda
ha elaborado ya materiales gráficos, audiovisuales y fichas para
trabajar estos objetivos. Tras todo ello, indica que la formación puede
concluir con visitas a refugios de animales abandonados, albergues para
víctimas de los circos o visitas por el campo.
Diferentes
experiencias en colegios con grupos de niños e incluso en centros de
menores privados de libertad han demostrado que esta formación resulta
"sumamente positiva", indicó esta experta.
EXPERIENCIAS POSITIVAS
Para
ello, se realizaron distintos tests donde se medía la agresividad, el
estrés y los problemas de convivencia durante el curso en que se
desarrollaron dichos proyectos, detalló, y se descubrió que el clima
general de convivencia en clase mejoró de forma llamativa, al tiempo que
todos los alumnos (también los adolescentes con medidas cautelares)
lograron reducir su agresividad e incrementaron el control de sus
emociones.
"Ahora queremos que
estas experiencias, que muchos profesores ya poníamos en marcha de
forma 'freelance', se generalicen y se incluyan en el currículos",
indicó.
Creen que podrían
introducirse en la clase de Ciencias Naturales en Primaria, en Ciencias y
en Filosofía en Secundaria, así como en los planes de convivencia de
los centros. "Si logramos despertarles la empatía de pequeños, estamos
sembrando la semilla para la solidaridad cuando sean adultos", concluyó
Vaquer. - (SERVIMEDIA)