Cada año llegan a España miles de de cachorros de especies animales
procedentes del este de Europa para su comercialización; en muchas
ocasiones estos animales viajan de forma ilegal, en muy malas
condiciones, sin la documentación adecuada, ni los tratamientos médicos
requeridos. La normativa exige que para viajar los perros tienen que
estar vacunados contra la rabia, pero en realidad, son cachorros de dos
meses o menos, pero ponen que nacieron hace tres, que es cuando se les
puede poner la antirrábica, y pasan los controles.
Esta intensa actividad ilegal contrasta con el hecho de que en
España se abandonan cada año 300.000 animales de compañía, según datos
de las asociaciones protectoras.
Para el coportavoz de EQUO y diputado, Juantxo López de Uralde, que
además pertenece a la Asociación Parlamentaria en Defensa de los
Animales, "Es intolerable que en un país que abandona 300.000 animales
de compañía al año, se estén importando miles de cachorros que se
transportan en muy malas condiciones. Muchos mueren además en el camino.
El Gobierno no puede seguir tolerando estas prácticas".